Cierra los ojos. Sigue siendo martes pero ya no estás delante del ordenador…
estás en la Polinesia Francesa.
Miras a tu alrededor y observas con envidia la maravillosa piel de todas las ‘vahines‘ (mujeres) Polinesas…
Pues eso fue lo que pasó en 1989, cuando los laboratorios Klorane descubrieron que detrás de la piel dulce y satinada de esas mujeres estaba un aceite sagrado y perfumado: el Monoï de Tahití, un auténtico néctar para la piel que se usa para hidratar, nutrir, reparar y proteger tanto la piel como el cabello.
Este aceite se obtiene recogiendo los botones de las flores de Tiaré y dejándolos macerar en un aceite refinado de coco obtenido por presión (la proporción es de 11 flores por litro de aceite). Durante esos días las flores de Tiaré irán liberando su aroma lujoso y embriagador.
Tras estudiar la historia, composición, modo de fabricación y distintas aplicaciones del Monoï, los etnobotánicos de los Laboratorios Klorane crearon la línea de cuidados solares Polysianes poniendo al alcance de nuestras manos el secreto de belleza ancestral de las mujeres tahitianas.
Y estos son los maravillosos productos que yo he probado de Polysianes.
Aceite de belleza para cuerpo y cabello al Monoï Morinda: Se trata de un aceite antiedad que deja al momento la piel hidratada y regenerada. Si estás bronceada, tu moreno estará más resplandeciente y luminoso durante más tiempo. Se aplica después de la ducha, con la piel un poco mojada o directamente echando unas gotitas en la bañera (esto todavía no lo he hecho, mi reino por un baño…), deja la piel suave como la de un melocotón y con un maravilloso olor.
Me parece muy bien que Polysianes haya decidido seguir con la tradición y vender este aceite en botellitas de cristal, tal y como hacen las familias que en Polinesia fabrican este aceite y lo meten en envases vacíos de jarabes.
El Monoï es un producto tradicional naturalmente rico en ácidos grasos esenciales que se solidifica por debajo de una temperatura de 24º C. Para beneficiarse plenamente de sus ventajas también durante el invierno, se recomienda poner el frasco durante unos instantes bajo un chorro de agua caliente. Este se volverá líquido conservando intactas sus propiedades iniciales. Además de como cuidado de belleza para el cuerpo se utiliza igualmente como mascarilla capilar sobre cabellos secos y dañados. Repara y alisa la fibra capilar dejando un pelo suave y brillante y preparado y protegido del sol, viento y salitre. Al no contener filtro solar no protege del sol. (10,25 € aquí).
Spray al Monoï, leche solar hidratante y antiedad que protege del fotoenvejecimiento y envuelve la piel con un delicioso perfume. Gracias a su alto contenido en ácidos grasos hidrata y nutre la piel para preservarla de la sequedad durante la exposición al sol. Resistente al agua. Lo puedes encontrar con factor de protección 15 y 30. Su olor a coco te teletransporta a la playa desde la primera ‘pulverización’ (12,45 € aquí).
El Fluido Sedoso al Monoï SPF50+ llevo tiempo utilizándolo para el rostro, me gusta la combinación: crema hidratante + antienvejecimiento + textura fluida invisible + altísima protección. Ahorro tiempo y un producto cada mañana y me permite ir muy protegida del sol sin estar pringosa, blanca o llena de brillos. Además su exótico perfume me recuerda que se acerca el verano y hace más llevaderos los madrugones ;-). (Lo puedes encontrar también con SPF20+). (11,60 € aquí).
Aceite Seco al Monoï de tacto no graso para cuerpo y cabello con propiedades nutritivas, iluminadoras que aporta un bronceado progresivo y duradero dejando la piel radiante, sedosa y perfectamente hidratada. Este reconozco que yo no lo uso para el cuerpo porque el que tengo es SPF15+ y para mi es poco, (pero tiene su público, gente ya bronceada por ejemplo). Aporta muchísima suavidad a la piel.
Si que lo he utilizado en la playa como aceite para el cabello. Se pulveriza directamente sobre el pelo (húmedo o seco) durante la exposición solar tantas veces como se quiera. Al ser un aceite seco no lo apelmaza y le da un toque de brillo muy sutil a la vez que lo nutre y protege (14,31 € aquí).
Y termino con el Champú Ducha Delicioso al Monoï del que soy fan (ya os hablé aquí). ¡Un must have en cualquier maleta de playa! Limpia la piel y el cabello eliminando la sal con suavidad. Especialmente formulado para compensar con eficacia los efectos resecantes del sol y de la sal, rehidratando y nutriendo el cuerpo y el cabello. Enriquecido con Monoï de Tahití, hidrata la piel, reestructura el cabello y envuelve la piel con el delicioso perfume de las islas (9 € aquí).
¿Volvemos a cerrar los ojos y seguimos tomando el sol de la mano de Polysianes y de su aceite de Moroï?
Besos desde el paraíso ;-).
NGR
Estar allí una temporada creo que también mejoraría mi piel… Cómo puede el mar tener ese color tan maravilloso?
http://www.vilamores.com
Si la mía también!!!!