Casi siempre en este blog, hablamos de bodas que por lo general suelen ser de parejas jóvenes que dan el paso de contraer matrimonio y “sellar” así su amor.
Esto es algo muy bonito y romántico, pero en mi opinión la máxima expresión del amor viene con la renovación de los votos matrimoniales, como es el caso de la pareja que os enseño hoy.
Irene y James, llevan 50 años juntos y que mejor manera de celebrarlo que renovando sus votos matrimoniales.
Llevar todo ese tiempo con una misma persona y aparecer así de enamorados 50 años más tarde, es algo maravilloso. La mejor prueba de amor.
Esta bonita pareja vive en una granja, donde cuidan de sus animales y de sus cultivos. Por eso, no había mejor escenario que ese para celebrar su aniversario de boda rodeados de la familia más cercana y, por supuesto de sus animales.
Una ceremonia sencilla donde el matrimonio renovó sus votos matrimoniales, acompañada de una comida íntima y familiar para celebrar con sus seres más queridos, esta fecha tan importante para Irene y James.
Lo cierto es que, en nuestro país, los votos matrimoniales solían reducirse a las palabras que decía el sacerdote durante la ceremonia y que los novios repetían. Donde se prometían cuidarse el uno al otro, estar juntos en lo bueno y lo malo, fidelidad, etc.
Pero en los últimos años, cada vez son más las parejas de novios que apuestan por añadir los votos matrimoniales de su puño y letra a la ceremonia. Me parece una gran idea, ya que da un toque más personal al enlace y puedes aprovechar ese día tan especial para decirle algo que no le habías dicho a tu pareja, o sí pero no delante de tantas personas.
Este momento suele ser uno de los más emocionantes en las bodas, ¡a mí me encantan!
¿Y a vosotras?
¿Renovaríais vuestros votos matrimoniales?
Fotos:www.greenweddingshoes.com