Invertir mucho dinero en tratamientos faciales sin obtener el resultado esperado es algo con lo que más de una nos podemos identificar. La realidad es que en la mayoría de ocasiones el problema no es del producto sino del uso erróneo que hacemos de él. No te juzgamos, nosotras tampoco nacimos con un conocimiento innato sobre rutinas de skincare. Pero si no te aplicas tus tratamientos de la manera correcta y en el orden adecuado, lo más probable es que se vuelvan ineficaces o lo que es peor, irriten tu cara.
Que no cunda el pánico, con estos tips estarás a salvo
Fase 1: LIMPIADOR
Parece básico, pero no todas lo hacen bien… Para que los ingredientes se absorban adecuadamente, se necesita una piel limpia que esté totalmente libre de aceite y suciedad, por eso esta fase es primordial para el éxito del resto de tratamientos faciales. Te recomendamos que evites las toallitas desmaquillantes (suelen ser irritantes y no limpian con tanta profundidad) y optes para un aceite limpiador, que disuelve todo el maquillaje sin irritar la piel. Luego continúa con un limpiador suave y cremoso (especialmente si tienes piel propensa al acné).
¿Cómo usarlo?
Lo primero, retira el cabello del rostro para no mancharlo y humedece la piel con agua tibia. Después añade una pequeña cantidad de limpiador en la mano, frótalo entre las manos y aplícalo en el rostro (y cuello y escote) dando un masaje. Por último, enjuaga con agua tibia y sécate con una toallita suavemente.
Fase 2: TÓNICO
Después de la limpieza, aplica el tónico una sobre la piel limpia y seca todas las mañanas o todas las noches, o ambas (según necesite tu piel). Los tónicos están llenos de ingredientes suaves e hidratantes para mimar la piel seca, o incluso con propiedades exfoliantes para tratar el acné. Básicamente sirven para preparar tu cara para que los ingredientes se absorban mejor más adelante. Puedes optar por un tónico hidratante, que ayuda a reponer el agua que pierde tu barrera cutánea cuando te lavas y te secas la cara. Si tienes tendencia a que te salgan granitos busca un tónico rico en BHA (si tienes piel grasa) o AHA (si tienes piel seca) que ayudan a destapar poros y a minimizar marcas de acné, cicatrices, manchas…
Formas de aplicar el tónico:
Para aplicarlo, existen distintas formas de hacerlo tales como:
- Poniendo unas gotitas sobre un algodón y dando pequeños toquecitos sobre nuestra piel.
- Dando toquecitos también pero con las manos.
- Repartirlo por el rostro con las palmas de las manos suavemente (sin hacer presión).
Fase 3: SÉRUM
Los famosos sérums: los has visto, probablemente tengas alguno en tu baño, y no estás totalmente segura de qué hacer con él. Básicamente son inyecciones de nutrientes extremadamente concentrados, hidratantes y antioxidantes que maximizan la salud de tu piel instantáneamente. Tienen más importancia de lo que muchos piensan por eso este paso es esencial en tu rutina. Te recomiendo que optes por un sérum rico en ácido hialurónico, favorecerá la secreción de colágeno y mantendrá tu piel hidratada mientras duermes.
¿Cómo aplicar el sérum correctamente?
Aplica 3 o 4 gotas en la palma de tu mano y extiéndolo por el rostro con la yema de los dedos dando pequeños golpecitos al estilo ‘efecto lluvia’ para que penetre más profundamente. Comienza por la frente y continúa bajando hasta la barbilla.
Fase 4: CONTORNO DE OJOS
El contorno de ojos tiende a ser más liviano que las cremas hidratantes faciales, así que asegúrate de aplicarlo antes (la regla general en el cuidado de la piel es aplicar el más ligero primero y el más pesado al final, ya que los productos más delgados no pueden penetrar productos más gruesos). Ah y no te engañes, ¡TODAS necesitamos contorno de ojos! la piel de esta zona es más delgada que en otras zonas de la cara, así que mayor motivo para usarlo.
¿Cómo se usa?
Debes aplicarlo con la yema del dedo anular ya que es el dedo de la mano que menos fuerza tiene y, por lo tanto, con el que se ejerce menos presión en esta zona tan delicada. Y, al igual que el sérum, la mejor forma de hacerlo es a base de toquecitos, desde el lagrimal hacia el exterior.
Fase 5: CREMA HIDRATANTE
Necesitas usar crema hidratante. Siempre. No importa si tu piel es muy grasa, o le salen granos a menudo (¡hay una fórmula para ti te lo prometo!), la crema es lo único que mantendrá la barrera cutánea, responsable de hacer que su cara tenga buen aspecto, saludable. Además la hidratante ayudará a atrapar todos los productos que están debajo para que los ingredientes sean aún más efectivos.
¿Cómo aplicar la crema hidratante?
Para que el tratamiento actúe bien, hay que aplicarlo de la siguiente manera: siempre desde dentro hacia fuera haciendo movimientos circulares ascendentes para mejorar la circulación sanguínea. Comienza en la zona del escote subiendo hasta el cuello (nunca te olvides de esta zona). En la parte del mentón, aplica desde el centro de la barbilla hasta las orejas. ¿Los pómulos? También desde el centro hasta la orejas. Para la nariz, tendrás que comenzar desde abajo siguiendo el tabique hacia la frente. Y la frente, desde el interior hasta los laterales.
Fase 6: PROTECCIÓN SOLAR
Técnicamente deberíamos usar crema solar durante todo el año si queremos retrasar la aparición de arrugas y manchas por pigmentación. Como su función es proteger siempre debe ser el último paso de tu rutina. ¿La forma de aplicarlo? De la misma manera que tu crema hidratante.
Ahora que ya sabes cómo utilizar cada uno de tus tratamientos faciales, hazte con los mejores productos de esta selección que podrás encontrar en El Corte Inglés:
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